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Consejos para disfrutar la comida callejera en Bangkok
Tailandia — Los comensales deberían visitar los mercados, los puestos situados cerca de las universidades, elegir locales frecuentados por la gente local y evitar salir los lunes.
La gastronomía callejera de Bangkok es reconocida por ser deliciosa, accesible, económica y mantener su esencia tradicional. A continuación, algunos consejos para disfrutar al máximo de la experiencia culinaria en la capital tailandesa:
El lunes es el día de limpieza de las calles en Bangkok, por lo que muchos vendedores ambulantes descansan. En este día, la cantidad de comida callejera disponible se reduce aproximadamente un 50 %.
Un puesto lleno de clientes tailandeses es una elección segura. Los locales saben perfectamente dónde se come bien, dónde es limpio, fresco y a buen precio. Muchos de estos lugares son poco conocidos por los turistas, pero vale la pena probarlos.
Si existe una barrera de idioma, una sonrisa y señalar los alimentos o ingredientes con la mano bastan para hacerte entender. Muchos puestos tienen menús con fotos. Decir “kha” (si eres mujer) o “khrap” (si eres hombre) al final de la frase es una forma amable y respetuosa de dirigirte a los tailandeses.
Aunque la comida callejera en Tailandia es sabrosa, barata y generalmente segura, algunos viajeros se preocupan por la higiene. Observa si los ingredientes están cubiertos, si el cocinero manipula el dinero con las mismas manos que la comida, y evita los alimentos que han estado expuestos al aire mucho tiempo. Puedes pedir que preparen tu plato al momento.
Si el picante te resulta excesivo, límpiate la nariz con un pañuelo, pero evita sonarte en la mesa. Lo más eficaz para calmar el ardor es comer arroz blanco, ya que el almidón neutraliza la capsaicina (el compuesto picante del chile). Un té con leche tailandés o un café con leche helado también ayudan a equilibrar el sabor.
Elige botellas selladas de marcas conocidas como Singha, Crystal, Nestlé o Minéré. Si el vendedor ofrece agua de una jarra o de una botella abierta, recházala cortésmente. También es mejor evitar las bebidas con hielo, ya que el hielo de los puestos suele hacerse con agua del grifo y puede no ser higiénico.
Las comidas tailandesas suelen ser para compartir: todos piden varios platos y los comparten. Coloca un poco de arroz blanco en tu plato o cuenco y come con palillos o cuchara. El tenedor se usa solo para ayudarte, no para comer directamente. Los huesos o cáscaras se colocan en un plato auxiliar, nunca en el plato compartido o sobre la mesa.
Normalmente se paga después de comer: solo tienes que señalar los platos y el vendedor te dirá el precio. Los puestos callejeros aceptan solo efectivo y no esperan propinas, aunque dejar unas monedas (5–10 baht) es un gesto amable. No es necesario recoger la mesa: basta con dejar los platos donde están.
Los mejores platos callejeros en Tailandia son los frescos y los que se adaptan a tu gusto. Si no toleras el picante, probablemente no disfrutes del som tum (ensalada de papaya picante), aunque sea uno de los más populares. Otros platos típicos son pad Thai (fideos salteados), tom yum (sopa picante de camarones), satay (brochetas de carne a la parrilla), khao pad (arroz frito), moo ping (cerdo a la parrilla en brochetas), goong ten (camarones vivos) y mango sticky rice (arroz pegajoso con mango).
La comida callejera más variada y sabrosa se encuentra en los mercados diurnos y nocturnos, alrededor de las universidades, centros comerciales o hospitales, y en muchas calles donde los visitantes pueden disfrutar de una experiencia auténtica y deliciosa.