Cómo Corea del Sur y Japón “empaquetan” el otoño y lo convierten en una marca turística multimillonaria

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Cómo Corea del Sur y Japón “empaquetan” el otoño y lo convierten en una marca turística multimillonaria

01 Enero, 1970

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Cómo Corea del Sur y Japón “empaquetan” el otoño y lo convierten en una marca turística multimillonaria

Transformando los paisajes estacionales en experiencias culturales con identidad propia, Japón y Corea del Sur generan miles de millones de dólares cada año, gracias a estrategias nacionales sincronizadas que abarcan desde la previsión meteorológica y la organización de festivales hasta la comunicación digital.

En 2024, Japón registró unos ingresos récord provenientes de turistas internacionales, alcanzando 53,3 mil millones de dólares, según la Organización Nacional de Turismo de Japón (JNTO). De esta cifra, se estima que la temporada de hojas rojas (momijigari) aporta entre 13 y 15 mil millones de dólares. Corea del Sur también generó alrededor de 16,7 mil millones de dólares del turismo internacional, de los cuales la temporada de hojas amarillas (danpung) contribuyó con 1,4 a 1,6 mil millones.

El atractivo del turismo estacional se refleja claramente en el mercado vietnamita. Según Phạm Anh Vũ, representante de la empresa Du lịch Việt, el número de clientes que reservan tours para contemplar el follaje otoñal ha aumentado entre un 10% y 15% respecto al mismo período de 2024. En Nam Thanh Travel, el incremento alcanzó un 25%.

Según Vũ, los grupos suelen reservar desde julio, mientras los viajeros individuales lo hacen a partir de agosto. Septiembre es el mes de mayor demanda debido a la preocupación por la escasez de billetes o el retraso en la obtención de visados.

Thảo Nhi, residente en Ciudad Ho Chi Minh, planificó su viaje para contemplar el otoño japonés a finales de noviembre con seis meses de antelación. Ella misma preparó todo el itinerario para Tokio - Osaka - Kioto, desde el visado hasta la reserva de vuelos y hoteles.

Solicitó su visado a principios de año, reservó el hotel tres meses antes y compró los billetes de avión cuando se publicó el calendario de cambio de color de las hojas. Su viaje de 10 días tiene un coste estimado de entre 30 y 35 millones de dongs.

Según los expertos, el éxito de ambos países del Este Asiático no se debe a la suerte, sino a la combinación de belleza natural, cultura, organización y estrategias de comunicación bien estructuradas.

La doctora Kate Park, profesora de Gestión Turística y Hotelera en la Universidad RMIT Vietnam, afirma que ambos países no consideran el otoño como un simple fenómeno natural, sino como una experiencia cultural.

“Este enfoque integral convierte el otoño en una narrativa nacional que refleja la armonía entre las personas y la naturaleza”, comentó Park.

En Japón, la actividad de contemplar las hojas rojas (momijigari) existe desde la era Heian (siglo VIII) y se ha convertido en un símbolo nacional a través de la poesía haiku y las pinturas ukiyo-e, resaltando la fragilidad y la impermanencia de la belleza.

Mientras tanto, el término coreano “danpung” (hojas amarillas y rojas) está asociado a la cultura del montañismo y la poesía clásica, simbolizando el vigor y el cambio de la naturaleza. Esta diferencia crea dos productos otoñales distintos.

Cada año, la Organización de Turismo de Corea (KTO) publica un mapa con las previsiones del cambio de color del follaje en coordinación con las agencias meteorológicas, para ayudar a los viajeros a planificar rutas de senderismo en Seoraksan o Jirisan. Además, organiza eventos culturales como la apertura nocturna de palacios (como el Changdeokgung) y grandes festivales gastronómicos.

Japón también impulsa campañas sobre el “momiji”. La JNTO colabora en la previsión del calendario del cambio de color desde septiembre, cubriendo unos 700 destinos. Eventos locales como el Festival Momiji de Arashiyama (Kioto), con espectáculos de iluminación nocturna, o el “Corredor” Momiji de Fuji Kawaguchiko, que combina senderismo y baños onsen, atraen a un gran número de visitantes.

“Ambos países movilizan eficazmente a las agencias públicas, los medios de comunicación y la cultura local para mantener una imagen emotiva del otoño, creando incentivos para que los turistas regresen cada año”, afirmó Kate Park.

La fuerza de los medios digitales también se aprovecha al máximo. En Japón, el hashtag #MomijiJapan acumuló millones de publicaciones en Instagram en 2024. La JNTO organiza concursos fotográficos para incentivar a los usuarios a crear y compartir contenido.

Corea del Sur genera un fuerte impacto en TikTok con el hashtag #DanpungKorea, gracias a la colaboración de KTO con creadores influyentes (KOL) de mercados clave como Vietnam.

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